Voz, voces de mujer silvestre,
natural,
que conviertes los ecos
en flechazos,
se transmiten como el viento
y viertes,
son los altos de soprano
ardiente.
Exaltando lo mejor
del alma,
sacudir dentro las fibras
sientes,
prender con pinzas los sonidos
vibran,
sanear el alma y alcanzar
la calma.
Es la calma que anida el
alma,
es el eco entre el vibrar
del cielo,
espiritual el que mejor
recaba,
vibrar que apacienta mi
alma.
5/julio/2009.
lunes, 9 de noviembre de 2009
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