lunes, 1 de marzo de 2010

Aislado

A Carlos Montemayor, in memoriam

Aislado, solo desde que el enemigo te amenazó, y
casi acaba con los tuyos cuando asesinó a tus padres;
peor aún, quiso erradicar tu visión del mundo y
enterrar tu pasado. Fue el español que quiso derribarte,
y exprimió tu sangre y tu cultura; te expropió
la madre tierra y engulló su jugo, cargó con los productos
de tus llagas, impuso costumbres y amenazó a tu ser.

Pero hoy te aferras a la vida, humillado como te tiene
el cacique, el mal gobierno y el Estado; enraizado
en esa tierra que no es tuya, porque el blanco la tragó
con un título de propiedad apócrifo. Pero la madre
no te olvida por el trato que le das desde que te dio la vida,
y porque te ama de antaño como al hijo predilecto.

Con tu presencia conservas la vida, así como las lenguas
de los tuyos, las costumbres que le entregas a tus hijos;
tu lucha por la sobrevivencia comienza por abatir
el hambre; porque el estómago no sabe de las clases sociales,
ni del trato que recibes, como extraño. Por eso, para
saciar el hambre le rascas a las piedras la sustancia.

Pero aquí andas, con la frente en alto reivindicando
al de tu raza; mostrando la dignidad que no se vende,
alzando la voz frente al ladrón (¡agarren al ladrón!),
peleando tus derechos ciudadanos como todos mexicanos,
ya no importa que la ley fundamental no te los brinde,
peleas con tu palabra (que es la mía) contra aquel del arrebato.

26-28/febrero/2010.

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